martes, 27 de octubre de 2009

Continuación de los reinados

FELIPE IV (1621-1665)

Se produce una renovación en la estructura del poder político de la Monarquía. Así, el duque de Lerma y la familia Sandoval son sustituidos por los Guzmán, Zúñiga y Haro. De entre todos ellos, el conde-duque de Olivares gozará de una posición privilegiada: la de valido del Rey hasta 1643.

Si bien se esperaba en esta etapa la recuperación de la iniciativa en política exterior, los acontecimientos no van a ser del todo favorables para España en tales términos. La tregua con Holanda se viene abajo, librándose una guerra que durará hasta el año 1648 (derrotas del ejército español en Breda, Dunas y Rocroi). Por su parte, Francia también declara la guerra a España, estando abiertos sus frentes durante el período comprendido entre 1635 y 1659. En 1647 se suceden varias revueltas en Sicilia y Nápoles.

En cuanto a política interior se refiere, es en esta circunstancia cuando acontece la separación de España y su vecino por antonomasia: Portugal. En el año 1640 se inicia (a la par que la de Cataluña) la revuelta portuguesa. El duque de Braganza se proclama Juan IV, rey de Portugal. La revuelta torna en una guerra que se prolonga hasta 1668 y que acaba por reconocer la independencia del país.

CARLOS II (1665-1700)

Se trata del último rey de la rama de los Habsburgo. Pese a varias guerras durante el período, en líneas generales el inmenso imperio de Carlos II se mantiene unido hasta el día de deceso del monarca.

Primero nos centraremos en el problema sucesorio planteado tras la muerte de Felipe IV (Carlos II tenía entonces tan sólo cuatro años y, por tanto, no podía gobernar hasta cumplir la mayoría de edad). El Rey dejara escrito en su testamento la voluntad de gobierno por parte de Mariana de Austria con la ayuda de una junta. La regente y su valido Nitthard van a encontrar una fuerte oposición en Juan José de Austria, hijo natural de Felipe IV, que acaba por lograr la salida de Nitthard en 1669. Seis años más tarde, Carlos II cumple los catorce años (mayoría de edad legal a la sazón) y da comienzo su reinado, teniendo como valido a Fernando de Valenzuela. No dándose por vencido en sus propósitos, Juan José de Austria entra en Madrid en 1677 acompañado de tropas, cuyo fin radica en lograr un golpe militar. Así, consigue el exilio conjunto de Mariana y del valido del Rey, además de un nuevo cargo como primer ministro.

Muere Juan José en 1679 y, para lograr la supervivencia de la Monarquía, los duques de Medinaceli y Oropesa inician una serie de reformas internas. El problema entonces no es otro que la sucesión del propio Carlos II, quien, dada la acusada mala salud que padeció durante toda su vida, se ve incapacitado para concebir hijos. 

El designado como heredero legítimo de Carlos II es Felipe de Anjou (Felipe V). Este recibe el apoyo de su abuelo, el “Rey Sol” Luis XIV de Francia. Cabe decir que los Habsburgo de Viena (tanto Luis XIV como el emperador Leopoldo I estaban casados con infantas españolas, hijas de Felipe IV) reclaman el trono de Madrid y por ello se origina la Guerra de Sucesión, al proponer la familia vienesa el reinado del archiduque Carlos de Austria y Carlos III de España, hijo del emperador. La guerra se salda finalmente con la instauración de la monarquía borbónica bajo el reinado de Felipe V.

 

EXPANSIÓN EUROPEA Y COLONIZACIÓN DE LA AMÉRICA HISPANA

Hace mucho, mucho tiempo, Portugal contaba en su censo tan sólo 1. 000. 000 de habitantes y no contemplaba la idea de expandirse por tierra.  Por ello, se inician una serie de viajes por el océano Atlántico, convirtiéndose en el primer país que toma posesión de las islas Canarias, Azores y Madeira, de cuya existencia se tenía constancia ya desde tiempos romanos.  Los historiadores han convenido en discernir cuatro etapas:

Primera-> Se “re”-descubren las Canarias, cuya población indígena -los guanches-  es esclavizada y pasa a servir a la Corona de Castilla. Solamente los caciques guanches seguirán gozando de prestigio al otorgárseles títulos de nobleza castellana.

Madeira sufre un incendio perpetrado por los descubridores con el objetivo de poder acceder a ella, pues su orografía inicial imposibilitaba o, al menos, dificultaba el avance hacia su interior. Estaba deshabitada.

 Segunda->En el año 1415 acontece la toma de Ceuta por parte de los portugueses y se da comienzo a la expansión en busca de oro y de esclavos del África negra. Se conquistan cabo Bojador, Blanco (1441) y Verde (1444) y las costas de Marfil, Oro, Pimienta y Esclavos, nombres que no pueden sino revelar su razón de ser. En todas ellas se instalan diversas factorías. Los propios bereberes -pobladores del desierto- ayudan a los portugueses a conseguir tales menesteres…

Tercera->La ruta se dirige en este caso a la India (Vasco da Gama), configurándose en 1487 el “Imperio portugués da India”.

Cuarta->Cristóbal Colón se hace entrevistar con los Reyes Católicos porque está decidido a buscar otra ruta para llegar hasta Japón y necesita financiación económica. La Corona de Castilla accede a suministrarle los medios para la empresa de navegación (medios que los portugueses le habían negado previamente). La consecuencias de este viaje para ambos continentes fueron sublimes: se descubrieron nuevas variedades de plantas –maíz, mandioca, patata, judía, pimiento, calabaza, tabaco, cacao, caucho, tomate…- y nuevas especies animales –puma, pavo, llama, cóndor, jaguar, tapir, vicuña, caimán…

 

MEMORIA DEL 21 DE OCTUBRE DE 2009

En la anterior reunión, esto es, la del día 14 de octubre de 2009, se habían fijado los tomos o volúmenes de la bibliografía que comenzarían a ser desmenuzados por los integrantes del grupo “isabelino”. No se trata de otros que FUSI AIZPURÚA, J. O. y PALAFOX, J. El desafío de la modernidad, 1808-1996 y JOVER ZAMORA, J. Mª, GÓMEZ-FERRER MORANT, G. y FUSI AIZPURÚA, J. P España: sociedad, política y civilización (siglos XIX y XX).

Habiendo realizado tal labor lectora, el coloquio de miércoles día 21 versó sobre los contenidos que de ésta extrajeron Juana, José y Javier. ¡Ah! Contamos con un nuevo título, de F. CÁNOVAS: La reina del triste destino.

Podría decirse que Isabel II, reina de España, no nació con estrella. La coyuntura del alumbramiento de la pequeña en el año 1830 fue ya absolutamente conflictiva, puesto que el gobierno presidido por Martínez de la Rosa pecaba de desorganización, caos y falta de criterios.

Tras la derogación de la Ley Sálica mediante la Pragmática Sanción el reinado le correspondía a la pequeña Isabel, que tan sólo tenía tres años (probablemente se trate de la reina más joven de la Historia). Su tío Carlos esperaba ser el sucesor de su hermano Fernando VII y no aceptó tal circunstancia. María Cristina, madre de Isabel, fue quien asumió la regencia hasta 1840.

En esta primera etapa -correspondiente con la también primera guerra carlista- pueden diferenciarse dos grupos de tendencia concreta: los ultrareligiosos, seguidores fieles de Carlos y los liberales, partidarios de María Cristina. Nace asimismo una novísima concepción al fusionarse militares y liberales: la del ejército como moderador de la vida política.

Resulta vital ahora señalar que las características de todo el reinado se fraguan durante esta década, regida además por un estatuto de 1834, muy poco democrático y modernizador.

Cabe destacar la figura de Mendizábal, ilusionado economista, artífice de la restauración de la Constitución de 1812 y de la desamortización durante el Trienio Liberal (1920-1923). Es José Mª de Calatrava quien le sustituye en 1836. Con él nace la Constitución de 1837, más democrática en sus principios. También a él se le presupone la firma de la Paz o Tratado de Vergara en 1839 con el consecuente final de la primera guerra carlista –no obstante persisten luchas hasta 1940 en Cataluña y en el Maestrazgo-.

Precisamente en ése mismo año da comienzo el periodo liberal, caracterizado por la presencia de Narváez y Espartero en el gobierno, la consagración de los militares como pilares fundamentales de la política y las malas relaciones con la Iglesia (que habrían de durar hasta un Concordato datado de 1851). Se trata de una época ciertamente inestable pues se suceden nada más que 32 gobiernos diferentes y las Cortes llegan a disolverse en 15 ocasiones.

Sumergiéndonos un poco más en los dos grandes grupos ideológicos de la época -moderados y progresistas- podemos citar algunos de los rasgos principales que hallamos:

Moderados->Partidarios del sufragio restringido, esto es, basado en la renta y en el nivel de estudios de los varones mayores de 25 años, únicos votantes posibles.

Progresistas->Defensores de la soberanía nacional y de una mayor libertad de imprenta. En ocasiones se les tacha de “anticlericales” y su apoyo reside en las clases populares y en una pequeña clase media. Al igual que los moderados, están a favor del sufragio restringido pero proponen la ampliación de los requisitos en cuanto a renta y nivel de estudios.

Por último y para cerrar la sesión, comentamos la Constitución de 1845. Viene a ser una reforma de su predecesora, la del 37, y establece normas como el culto católico obligatorio, modificaciones en cuanto a la posición de la Reina y la ampliación del mandato del congreso (de tres a cinco años).

Los objetivos que aguardamos acometer a lo largo de la semana que se presenta son la búsqueda de más bibliografía relacionada y la continuación en las lecturas pertinentes. Dos integrantes del grupo estarán ausentes en el aula el miércoles 28, pero no dejarán de trabajar con motivación en la distancia.

Alba Nieto Cerdeiriña

sábado, 17 de octubre de 2009

La configuración política de la Monarquía hispana (II)


BASES DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA.
En el origen del estado moderno se puede observar la pervivencia de algunos rasgos medievales, como por ejemplo el matrimonio en 1469 entre Fernado de Aragón e Isabel de Castilla, y las instituciones medievales (Consejo, Audiencia y Cortes), en las que se desarrollaban las instituciones de gobierno.
A la vez, se encontraban una serie de problemas internos que necesitaba resolverse. Para ello se establece la Santa Hermandad de la Inquisición, con poderes de control social para luchar contra el bandolerismo, siendo financiada por los municipios. Esta Santa Hermandad nace en Castilla, y ejecuta una justicia rápida y rigurosa. Además, sirvió de refuerzo para el ejército en la guerra de Granada. También se busca la unidad religiosa de todos los reinos, por lo que es necesario eliminar cualquier diferencia: expulsión de los judíos (1492), y de los moriscos (1609). Los judíos expulsados se asientan en Italia, Países Bajos, Grecia y Oriente Próximo. Se considera que el rey recibe su poder directamente de Dios. Por último, a raíz de la guerra civil en Castilla, que finaliza en 1476, la nobleza se ve apartada del poder político y es sustituida por letrados expertos que proceden de las universidades.

LOS REINOS DE CASTILLA Y ARAGÓN.
Las principales diferencias entre estos dos reinos peninsulares son:
-Castilla tenía una población mucho mayor (unos 7,000.000 hab.) frente a Aragón y Portugal (1,000.000 hab. cada uno aproximadamente)
-La economía castellana se basaba en la ganadería y la exportación de lana a Flandes, mientras que Aragón tenía una economía comercial basada en la exportación textil.
-En Castilla había una larga tradición de autoristarismo monárquico, donde la figura principal era el rey. Aragón se distinguía por ser una confederación de reinos,donde el rey y los reinos pactaban.
-Existencia de un excedente de población en Castilla, que mantenía una larga tradición guerrera desde la Reconquista, frente al declive de Cataluña, debido a una serie de pestes que diezmaron su población. Así, Castilla era la primera potencia de la península.
*Organización de la Corona de Castilla:
a) Casa Real, b) Consejo Real de Castilla, c) Cortes castellanas.
*Organización de la Corona de Aragón:
a)Casa Real, b) Cortes de Aragón, c) Corts de Cataluña y Valencia.

LA POLÍTICA DE EXPANSIÓN TERRITORIAL TRAS 1492.
Granada se integra al reino de Castilla en 1492, y Navarra se une a Aragón en 1515, manteniendo sus Cortes y Fueros propios. La larga tradición mediterránea de Aragón lleva al ejército de los Reyes Católicos a luchar en Italia contra Francia por el dominio de Nápoles, que finalmente se integra en la Corona de Aragón. En esta época también se consiguen las plazas del norte de África: Melilla, Orán, Trípoli y Bujía. Por último, la bula del papa español AlejandroVI aporta la fuente de derecho necesaria para la conquista de América por parte de Castilla. El Tratado de Tordesillas de 1504 facilita la delimitación de territorios en el Nuevo Mundo entre Portugal y Castilla.

LOS HABSBURGO.
Carlos I (1516-1556).
A la muerte de su abuelo Fernando el Católico en 1516, Carlos I es llamado a gobernar junto con Juana, su madre. Juana es recluida en Tordesillas, y se la considera únicamente 'reina propietaria', aunque jurídicamente se consideró a Juana reina junto con su hijo Carlos. En la práctica, Carlos I reinó en solitario.
Desde un primer momento, Carlos es considerado un rey extranjero, que sitúa en los puestos más importantes a los flamencos que le acompañan a España. Esto provoca levantamientos en Castilla(las Comunidades) y en Valencia y Mallorca ( las Germanías).
Por herencia, Carlos I hereda unos territorios muy extensos: Castilla, Aragón, Países Bajos, Franco Condado, Milán, Cerdeña, Sicilia, Nápoles, las plazas del norte de África y el Nuevo Mundo. Esta situación crea un gran deseo en los Habsburgo de conservar intacto lo heredado, provocando además la búsqueda del equilibrio de poder en Europa.
Respecto a las nuevas posesiones en América, las otras potencias europeas cuestionan la legalidad de la conquista, y desde 1492 las universidades españolas debatían acerca de la conquista y sus consecuencias.
La monarquía 'universal' de Carlos I fracasa por la ruptura de la unidad religiosa en Europa.

Felipe II (1556-1598).
Recibe de su padre, Carlos I, todas sus posesiones excepto el título de emperador (que lega a su hermano Fernando de Habsburgo).
Durante su reinado destacan dos hechos: la incorporación de Portugal en 1580, y el asentamiento permanente de la Corte en Madrid desde 1561.
Respecto a la política interior, aparece el enfrentamiento con Aragón y la revuelta de los moriscos de Granada.
En el exterior, Felipe II sólo consiguió tener cuatro años de paz durante su largo reinado. Destacan las guerras contra Francia (San Quintín, 1559), Países Bajos, Turquía (Lepanto, 1571) e Inglaterra (fracaso de la Gran Armada, 1588).

Felipe III (1598-1621).
Durante el reinado de Felipe III destaca la necesidad de buscar una nueva estrategia debido al agotamiento generalizado, que se vió acentuado por la larga guerra de los Países Bajos, conllevando un elevadísimo gasto económico. En 1607, el estado se declara en bancarrota.La enorme deuda provoca una suspensión de pagos y la conversión de la deuda a corto plazo en deuda a largo plazo a un interés más bajo.


Juana-Coronada Gómez González.





viernes, 16 de octubre de 2009

La configuración política de la Monarquía hispana


La institución monárquica comienza a tener relevancia desde el siglo XIII, ganando importancia frente a instituciones que hasta entonces habían sido superiores (el Papa, el sacro Imperio Romano Germánico, los señores feudales…). Pero la unidad religiosa queda fragmentada por el surgimiento de los Reinos cristianos y las Reformas protestante y católica, además la Monarquía comienza a usar términos que hasta entonces eran exclusivos del Sacro Imperio, se adapta el derecho romano y se considera al rey como católico; por lo tanto se puede decir que cuando hablamos de Monarquía hispana hablamos de Monarquía católica.

El “ordo” es la orden divina que pone a cada uno en un determinado lugar, dependiendo de este, cada habitante tiene un derecho u otro. Los derechos son por tanto dependientes de esa naturaleza divina. La sociedad estamental es la plasmación de este hecho, cada estamento tiene sus derechos propios. También cada nación, cada reino y cada ciudad se rigen por un derecho característico. Cambiar de estamento era difícil, pero posible a causa de mecanismos como los méritos de guerra o la compra de títulos (venalidad).

Aunque no pueda parecer así, el poder del Rey se veía limitado por instituciones propias de cada territorio y por la ley divina, que se encuentra en cualquier caso en un plano superior a la de los hombres. Las llamadas “razones de estado” estaban también por encima de la voluntad del Rey. Entre la nobleza el Rey era el “Primus inter pares”, el primero entre los iguales. Para superar la fragmentación de los feudos se recupera el protagonismo de las diferentes ciudades a través de cartas de comercio, universidades y una Corte cada vez más permanente. El rey asume poderes públicos como el de justicia. Se empiezan a constituir grandes monarquías que duraran varios siglos.

El estado Moderno

El estado Moderno tiende a configurarse como esfera del poder unitario (cerrado y exclusivo) basándose en una administración centralizada con un ejército y unos impuestos de carácter permanente.

Se conservan las estructuras políticas tradicionales y los privilegios propios de cada estamento, perviviendo en un denominado Antiguo Régimen hasta la Revolución Francesa (1789).

En estos estados monárquicos la figura del Rey es esencial, teniendo unas propiedades de poder intensivas o extensivas. Aún así se conservan algunas instituciones medievales. El monarca autoritario no es omnipotente, sino que hay un pacto entre Rey y Reino.

Encontramos una pluralidad al referirnos a esta configuración política del estado Moderno dependiendo de cada territorio: en Francia está totalmente centralizada y es de carácter absolutista, en Inglaterra encontramos un sistema compuesto resultado de la mezcla entre la Monarquía hispana y el modelo centroeuropeo, en Italia predominan las ciudades-estado, en Alemania el conglomerado de principados etc.


Atendiendo a cómo sean las relaciones entre el rey y reino, la dependencia que tengan uno del otro y lo que afecten las decisiones del Rey a la vida cotidiana de los habitantes, se puede hacer una clasificación de las diferentes monarquías.

La Monarquía hispana abarca distintos territorios con diferentes regímenes jurídicos que están bajo el dominio del mismo monarca; cada territorio tiene sus propias instituciones, una moneda propia y sus peculiaridades. En ocasiones también encontramos una fragmentación cultural y lingüística.

Esta monarquía está basada en la herencia más que en la conquista, dejando este segundo aspecto a la política matrimonial y conservando así lo que se ha ido heredando a partir de los diferentes pactos de familia. Las élites dominantes y la religión católica como denominador común también dotan a la Monarquía hispana de un gran poder.

Javier Muñoz Ortega

MEMORIA DEL DÍA 14 DE OCTUBRE DE 2009

El grupo se reúne en el aula para tratar la marcha de nuestro trabajo.
En primer lugar, atendemos las recomendaciones del profesor respecto a la entrada realizada la semana anterior en nuestro blog. Tomamos nota de los aspectos que debemos mejorar, como firmar cada entrada con nuestro nombre y completar la información ya editada si fuera necesario. Además, el profesor nos informa de la creación de un blog que nos servirá de guía en caso de fallo del Campus Virtual.
A continuación, los miembros del grupo comentamos las lecturas que hemos seleccionada para comenzar a recopilar información respecto al reinado de Isabel II. En esta primera semana de trabajo hemos localizado dos obras de la bibliografía básica: 'España 1808-1975' de Raymond Carr, y ' España: sociedad, política y civilización' de J.Mª Jover Zamora, G. Gómez-Ferrer Morant y J.P. Fusi Aizpurúa. Los miembros del grupo hemos comenzado a estudiar información acerca de dos aspectos: el primero, los años previos al reinado de Isabel II, centrándonos en la 1ª Guerra Carlista, para situarnos históricamente, y el segundo, la politica exterior española durante esta etapa.
Tras comentar diversas cuestiones e intercambiar comentarios, determinamos seguir ampliando información durante la próxima semana. Decidimos continuar investigando a través de los textos ya seleccionados, pero también a través de nueva bibliografía que nos pueda ayudar a estudiar más ampliamente la etapa histórica objeto de nuestro interés.
Observadora: Juana Coronada Gómez González

miércoles, 14 de octubre de 2009

Introducción


La historia del presente es la historia que estamos viviendo, la época en la que nos ha tocado vivir. Este presente, con el paso del tiempo será conocido con un nombre, pero nosotros no lo llegaremos a ver; porque no nos corresponde a nosotros el dar nombre a la época actual. Eso mismo les sucedió a los que habitaron los siglos pasados, siendo otros ciudadanos futuros los que pusieron nombre al tiempo en que vivieron.

En las denominaciones de los periodos históricos (Historia Contemporánea, Historia Moderna etc) existe una perspectiva euro-centrista, parcial y occidental; además, para identificar la separación entre estos periodos artificiales y creados con buena intención para comprender el mundo, usamos fechas y hechos simbólicos como la Conquista de Constantinopla por parte de los turcos, el Descubrimiento de América, la Revolución Francesa, la Caída del Muro de Berlín, los atentados del 11 de septiembre de 2001…
Lo más probable es que los estudios de Historia Asiática no consideren estos hechos tan importantes, teniendo más en cuenta otros más cercanos a su perspectiva como el fin de la dinastía Ming o Manchú en China.

Identificamos la Edad Moderna con rasgos como el comercio, la colonización, la expansión geográfica, los avances técnicos, las monarquías absolutas o la ruptura de la unidad religiosa en la Europa Occidental. Sin embargo, el estado nación liberal, la descolonización o el ascenso de nuevas potencias son más propios de identificar lo que conocemos como Edad Contemporánea. Esta distinción entre Edad Moderna y Edad Contemporánea es también aplicable a nivel nacional (España) e iberoamericano, teniendo en cuenta los acontecimientos propios de cada país. En este sentido, la conquista y la colonización de América es esencial; y ha de ser considerada en un contexto europeo.

Para el entendimiento de los procesos comerciales hay que tener en cuenta las rutas que estableció Marco Polo, cuando en 1271 viajó desde Venecia hasta China, permaneciendo allí 17 años y dando testimonio de otras formas de vida propias de una cultura que no era la suya. Gracias a estos relatos fue posible el conocimiento del carbón, la pólvora, los sistemas avanzados de navegación… lo que pone de manifiesto la superioridad técnica de China, que fue un hecho hasta la mitad del siglo XIV.
La civilización europea adaptó muchos de estos avances y técnicas con fines bélicos y gracias a estos y algunas otras circunstancias, el pequeño continente europeo conquistó y modeló el mundo a su imagen y semejanza. Esto ha provocado que aún hoy sigan permaneciendo inconclusos procesos de descolonización como el del Sáhara Occidental.

Fueron diversos los motivos que llevaron a Europa a modelar el mundo. Pero ¿por qué Europa y no otra civilización como China?; en China las fronteras interiores no estaban bien delimitadas, hubo feudalismo burocrático hasta el siglo XVI y debido a la gran cantidad de población y la abundante mano de obra no era un país necesitado de una revolución técnica (lo que sí ocurría en Europa).

El dominio europeo del mundo fue un proceso que contaba con los instrumentos necesarios: ciencia y técnica. A esto ayuda la posición estratégica de Europa y la necesidad del uso de métodos precisos para las transacciones comerciales (el patrón oro). La búsqueda de mano de obra gratuita (esclavos), la búsqueda de especies y nuevos caladeros de pesca hacen que el continente africano tenga especial relevancia; después llegará América. El motivo psicológico (potenciación del enriquecimiento europeo) y la causa religiosa (cristianismo por encima de otras religiones) son también esenciales para esta expansión.

Los instrumentos de dominio europeo

La revolución científica es el periodo entre la época de Copérnico (principios del siglo XVI) y la época de Newton; constituye el Renacimiento científico y la consolidación del conocimiento práctico, centrando el estudio en los procesos y no en la mera descripción. Se trata del diseño de una filosofía natural con el fin de controlar la realidad y dominar el mundo. Se valoran los saberes que permiten explorar el mundo. El impulso de los estados fue esencial, entendiendo así una “república europea de las ciencias” con unos intereses comunes. Los avances físicos, la cosmología, la astronomía y la filosofía empirista son los rasgos que distinguen a esta revolución. Ciencia y técnica quedan unidas y la teoría se explica con casos prácticos.

La banca moderna y los instrumentos financieros de Repúblicas italianas como Génova proveen de las monarquías. Estas tienen el fin de expandir su influencia. Nacen las compañías en comandita, los préstamos y las letras de cambio. Se busca la conquista de los océanos y el establecimiento de rutas comerciales permanentes. Por lo tanto se desarrollan las artes cartográficas y la náutica. Los préstamos se hacían a riesgo de mar, con un alto interés pero asegurados en caso de accidente marítimo.

La técnica náutica empleada es una combinación de las tradiciones norteña (de los países nórdicos) y la mediterránea. En el siglo XIV se adaptan los grandes barcos norteños para su navegación en el Mediterráneo.

Los avances militares sirven como ejemplo de estudio de la sociedad de la época (idea de Michael Roberts): Venecia firmó unos 70 tratados militares entre 1492 y 1570, la militia urbana de ciudades italianas medievales fue exportada a la zona de Flandes, los ejércitos aumentaron la infantería y la artillería, lo que causó estragos en la vieja caballería. Se construyen nuevas fortificaciones para las ciudades. La ingeniería militar tuvo su desarrollo en las escuelas holandesas e italiana; ejemplos de ello son las ciudades de Ostende y Palmanova respectivamente. Estas técnicas se exportaron al continente americano.

Estos factores de desarrollo europeo tuvieron consecuencias en todo el mundo; y sólo China y Japón se mantuvieron al margen hasta el siglo XIX.
Javier Muñoz Ortega

martes, 13 de octubre de 2009

Memoria 1: Primera reunión


El trabajo consiste en la creación de un blog en el que puedan participar tanto como sus creadores como personas que no tengan nada que ver con la asignatura o que simplemente quieran participar a través de sus comentarios. El tema tiene que estar relacionado con la historia de la política y la sociedad de España e Hispanoamérica (territorios que no pueden ser comprendidos el uno sin el otro). Somos un grupo de cuatro personas que cursa esta asignatura dentro del programa “Grado en Español” de la Universidad Complutense.

Primera reunión y decisión del tema de trabajo

Nos juntamos en la clase una hora cada semana. Durante el tiempo de la primera reunión nos agrupamos para crear el blog y decidir acerca de qué va a tratar el trabajo. Somos cuatro los componentes; uno hace de observador y toma nota de lo que allí sucede, los demás se encargarán de buscar bibliografía sobre el tema durante el resto de la semana para después ponerla en común.

Ante las múltiples opciones conversamos sobre cual es el tema que más nos apetece abordar. Lluvia de ideas. Cada uno propone un periodo, un tema, un asunto o unos hechos con los que relacionar la política y la sociedad española. Alguien comenta que le gustaría que el trabajo tratara de una época relativamente reciente, acercándose más a periodos como la Historia Contemporánea en lugar de centrar la atención en otros como la Edad Media o la Edad Moderna. Todos estamos de acuerdo en que para el desarrollo del trabajo es más interesante esta parte de la historia, más cercana en el tiempo, mejor documentada, con más pie a la interpretación...
Centrado así un periodo, se suceden las diferentes propuestas de temas: España en el periodo de entreguerras (entre las dos grandes guerras del siglo XX), la transición española hacia la democracia, la Segunda República...

El grupo discute acerca de cual es la mejor de las propuestas, argumentando y viendo las ventajas e inconvenientes que para cada uno de los miembros plantea cada tema. Finalmente todos estamos de acuerdo en que el Reinado de Isabel II es un tema interesante, que afecta tanto a España como a Hispanoamérica y que da mucho que hablar en cuanto a cambios (políticos y sociales) se refiere.
Javier Muñoz Ortega