martes, 27 de octubre de 2009

Continuación de los reinados

FELIPE IV (1621-1665)

Se produce una renovación en la estructura del poder político de la Monarquía. Así, el duque de Lerma y la familia Sandoval son sustituidos por los Guzmán, Zúñiga y Haro. De entre todos ellos, el conde-duque de Olivares gozará de una posición privilegiada: la de valido del Rey hasta 1643.

Si bien se esperaba en esta etapa la recuperación de la iniciativa en política exterior, los acontecimientos no van a ser del todo favorables para España en tales términos. La tregua con Holanda se viene abajo, librándose una guerra que durará hasta el año 1648 (derrotas del ejército español en Breda, Dunas y Rocroi). Por su parte, Francia también declara la guerra a España, estando abiertos sus frentes durante el período comprendido entre 1635 y 1659. En 1647 se suceden varias revueltas en Sicilia y Nápoles.

En cuanto a política interior se refiere, es en esta circunstancia cuando acontece la separación de España y su vecino por antonomasia: Portugal. En el año 1640 se inicia (a la par que la de Cataluña) la revuelta portuguesa. El duque de Braganza se proclama Juan IV, rey de Portugal. La revuelta torna en una guerra que se prolonga hasta 1668 y que acaba por reconocer la independencia del país.

CARLOS II (1665-1700)

Se trata del último rey de la rama de los Habsburgo. Pese a varias guerras durante el período, en líneas generales el inmenso imperio de Carlos II se mantiene unido hasta el día de deceso del monarca.

Primero nos centraremos en el problema sucesorio planteado tras la muerte de Felipe IV (Carlos II tenía entonces tan sólo cuatro años y, por tanto, no podía gobernar hasta cumplir la mayoría de edad). El Rey dejara escrito en su testamento la voluntad de gobierno por parte de Mariana de Austria con la ayuda de una junta. La regente y su valido Nitthard van a encontrar una fuerte oposición en Juan José de Austria, hijo natural de Felipe IV, que acaba por lograr la salida de Nitthard en 1669. Seis años más tarde, Carlos II cumple los catorce años (mayoría de edad legal a la sazón) y da comienzo su reinado, teniendo como valido a Fernando de Valenzuela. No dándose por vencido en sus propósitos, Juan José de Austria entra en Madrid en 1677 acompañado de tropas, cuyo fin radica en lograr un golpe militar. Así, consigue el exilio conjunto de Mariana y del valido del Rey, además de un nuevo cargo como primer ministro.

Muere Juan José en 1679 y, para lograr la supervivencia de la Monarquía, los duques de Medinaceli y Oropesa inician una serie de reformas internas. El problema entonces no es otro que la sucesión del propio Carlos II, quien, dada la acusada mala salud que padeció durante toda su vida, se ve incapacitado para concebir hijos. 

El designado como heredero legítimo de Carlos II es Felipe de Anjou (Felipe V). Este recibe el apoyo de su abuelo, el “Rey Sol” Luis XIV de Francia. Cabe decir que los Habsburgo de Viena (tanto Luis XIV como el emperador Leopoldo I estaban casados con infantas españolas, hijas de Felipe IV) reclaman el trono de Madrid y por ello se origina la Guerra de Sucesión, al proponer la familia vienesa el reinado del archiduque Carlos de Austria y Carlos III de España, hijo del emperador. La guerra se salda finalmente con la instauración de la monarquía borbónica bajo el reinado de Felipe V.

 

EXPANSIÓN EUROPEA Y COLONIZACIÓN DE LA AMÉRICA HISPANA

Hace mucho, mucho tiempo, Portugal contaba en su censo tan sólo 1. 000. 000 de habitantes y no contemplaba la idea de expandirse por tierra.  Por ello, se inician una serie de viajes por el océano Atlántico, convirtiéndose en el primer país que toma posesión de las islas Canarias, Azores y Madeira, de cuya existencia se tenía constancia ya desde tiempos romanos.  Los historiadores han convenido en discernir cuatro etapas:

Primera-> Se “re”-descubren las Canarias, cuya población indígena -los guanches-  es esclavizada y pasa a servir a la Corona de Castilla. Solamente los caciques guanches seguirán gozando de prestigio al otorgárseles títulos de nobleza castellana.

Madeira sufre un incendio perpetrado por los descubridores con el objetivo de poder acceder a ella, pues su orografía inicial imposibilitaba o, al menos, dificultaba el avance hacia su interior. Estaba deshabitada.

 Segunda->En el año 1415 acontece la toma de Ceuta por parte de los portugueses y se da comienzo a la expansión en busca de oro y de esclavos del África negra. Se conquistan cabo Bojador, Blanco (1441) y Verde (1444) y las costas de Marfil, Oro, Pimienta y Esclavos, nombres que no pueden sino revelar su razón de ser. En todas ellas se instalan diversas factorías. Los propios bereberes -pobladores del desierto- ayudan a los portugueses a conseguir tales menesteres…

Tercera->La ruta se dirige en este caso a la India (Vasco da Gama), configurándose en 1487 el “Imperio portugués da India”.

Cuarta->Cristóbal Colón se hace entrevistar con los Reyes Católicos porque está decidido a buscar otra ruta para llegar hasta Japón y necesita financiación económica. La Corona de Castilla accede a suministrarle los medios para la empresa de navegación (medios que los portugueses le habían negado previamente). La consecuencias de este viaje para ambos continentes fueron sublimes: se descubrieron nuevas variedades de plantas –maíz, mandioca, patata, judía, pimiento, calabaza, tabaco, cacao, caucho, tomate…- y nuevas especies animales –puma, pavo, llama, cóndor, jaguar, tapir, vicuña, caimán…

 

MEMORIA DEL 21 DE OCTUBRE DE 2009

En la anterior reunión, esto es, la del día 14 de octubre de 2009, se habían fijado los tomos o volúmenes de la bibliografía que comenzarían a ser desmenuzados por los integrantes del grupo “isabelino”. No se trata de otros que FUSI AIZPURÚA, J. O. y PALAFOX, J. El desafío de la modernidad, 1808-1996 y JOVER ZAMORA, J. Mª, GÓMEZ-FERRER MORANT, G. y FUSI AIZPURÚA, J. P España: sociedad, política y civilización (siglos XIX y XX).

Habiendo realizado tal labor lectora, el coloquio de miércoles día 21 versó sobre los contenidos que de ésta extrajeron Juana, José y Javier. ¡Ah! Contamos con un nuevo título, de F. CÁNOVAS: La reina del triste destino.

Podría decirse que Isabel II, reina de España, no nació con estrella. La coyuntura del alumbramiento de la pequeña en el año 1830 fue ya absolutamente conflictiva, puesto que el gobierno presidido por Martínez de la Rosa pecaba de desorganización, caos y falta de criterios.

Tras la derogación de la Ley Sálica mediante la Pragmática Sanción el reinado le correspondía a la pequeña Isabel, que tan sólo tenía tres años (probablemente se trate de la reina más joven de la Historia). Su tío Carlos esperaba ser el sucesor de su hermano Fernando VII y no aceptó tal circunstancia. María Cristina, madre de Isabel, fue quien asumió la regencia hasta 1840.

En esta primera etapa -correspondiente con la también primera guerra carlista- pueden diferenciarse dos grupos de tendencia concreta: los ultrareligiosos, seguidores fieles de Carlos y los liberales, partidarios de María Cristina. Nace asimismo una novísima concepción al fusionarse militares y liberales: la del ejército como moderador de la vida política.

Resulta vital ahora señalar que las características de todo el reinado se fraguan durante esta década, regida además por un estatuto de 1834, muy poco democrático y modernizador.

Cabe destacar la figura de Mendizábal, ilusionado economista, artífice de la restauración de la Constitución de 1812 y de la desamortización durante el Trienio Liberal (1920-1923). Es José Mª de Calatrava quien le sustituye en 1836. Con él nace la Constitución de 1837, más democrática en sus principios. También a él se le presupone la firma de la Paz o Tratado de Vergara en 1839 con el consecuente final de la primera guerra carlista –no obstante persisten luchas hasta 1940 en Cataluña y en el Maestrazgo-.

Precisamente en ése mismo año da comienzo el periodo liberal, caracterizado por la presencia de Narváez y Espartero en el gobierno, la consagración de los militares como pilares fundamentales de la política y las malas relaciones con la Iglesia (que habrían de durar hasta un Concordato datado de 1851). Se trata de una época ciertamente inestable pues se suceden nada más que 32 gobiernos diferentes y las Cortes llegan a disolverse en 15 ocasiones.

Sumergiéndonos un poco más en los dos grandes grupos ideológicos de la época -moderados y progresistas- podemos citar algunos de los rasgos principales que hallamos:

Moderados->Partidarios del sufragio restringido, esto es, basado en la renta y en el nivel de estudios de los varones mayores de 25 años, únicos votantes posibles.

Progresistas->Defensores de la soberanía nacional y de una mayor libertad de imprenta. En ocasiones se les tacha de “anticlericales” y su apoyo reside en las clases populares y en una pequeña clase media. Al igual que los moderados, están a favor del sufragio restringido pero proponen la ampliación de los requisitos en cuanto a renta y nivel de estudios.

Por último y para cerrar la sesión, comentamos la Constitución de 1845. Viene a ser una reforma de su predecesora, la del 37, y establece normas como el culto católico obligatorio, modificaciones en cuanto a la posición de la Reina y la ampliación del mandato del congreso (de tres a cinco años).

Los objetivos que aguardamos acometer a lo largo de la semana que se presenta son la búsqueda de más bibliografía relacionada y la continuación en las lecturas pertinentes. Dos integrantes del grupo estarán ausentes en el aula el miércoles 28, pero no dejarán de trabajar con motivación en la distancia.

Alba Nieto Cerdeiriña

1 comentario:

  1. Breda no fue una derrota de la Monarquía, sino una de sus victorias más celebradas. A ella hace referencia el célebre cuadro "las Lanzas" o "La rendición de Breda" de Velázquez

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