domingo, 8 de noviembre de 2009

La encomienda y los repartimientos, la América negra y el mestizaje (parte II).

Continuando con lo visto la semana pasada en clase, el siguiente tema a tratar es la sociedad iberoamericana y el mestizaje. Aquí hay que destacar la forma en que se estructuró en un principio la sociedad del Nuevo Mundo: los dominadores españoles frente a los dominados indígenas. Rápidamente surgió el mestizaje, rompiendo esta división social. A partir de ese momento, la sociedad iberoamericana se dividirá según el color de la piel:
-los peninsulares y sus descendientes, los criollos.
-los mestizos.
-los indios.
-los negros.
Los peninsulares y los criollos vivían en las nuevas urbes creadas al estilo español: Ciudad de México, Lima, Santiago de Chile, entre otras. Su vida giraba en torno a la familia, basada en el matrimonio católico, y en la institución del mayorazgo, heredada de la península, mediante la cual el primogénito varón heredaba la riqueza familiar, aumentando el patrimonio de generación en generación.
Los peninsulares ostentaban los mejores puestos en la administración, el ejército y la Iglesia: por ejemplo, los virreyes eran enviados desde España cada cierto tiempo. A través de la venta de cargos en la administración y de títulos de nobleza los criollos aumentaron su poder y ya en el siglo XVIII lograron dominar la administración indiana.
Los mestizos eran jornaleros o militares subalternos que vivían con sencillez.
Existía una minoría de indios nobles que no estaban integrados socialmente, aunque se les equiparaba con los españoles. Muchos eran campesinos o pobres.
Los negros consiguieron un alto porcentaje de integración. Los que consiguieron la libertad vivían en ciudades frente a los esclavos del mundo rural.
Por último había un pequeño porcentaje de orientales: chinos, filipinos o japoneses.
Aunque la sociedad indiana se organizaba según el color de la piel, la mezcla o mestizaje se dio desde el primer momento. El mismo Hernán Cortés tuvo un hijo con la india Malinche.
En esta mezcla pesaba más la religión que la diferencia racial o social. El mestizaje surge de la unión de varones españoles con mujeres indias o negras. Lo más importante era que estas mujeres estuvieran bautizadas: Malinche fue bautizada como Marina, y al hijo que tuvo con Cortés, Martín, se le educó como español. Las mujeres peninsulares no pensaban en unirse a hombres negros o indios porque les causaba un desprestigio social.
Por último, señalar que el mestizaje se ilustró en el siglo XVIII en Nueva España con las pinturas de castas, que explicaban estas uniones y que se pueden ver en el Museo de América de Madrid. Se puede visitar su página web: http://museodeamerica.mcu.es
Juana-Coronada Gómez González.

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